jueves, 8 de julio de 2010

What's Wrong? (Parte 3)

De nuevo sentí sus carnosos labios en mi piel, los cuales se posaron primero en mi oreja, mordisqueando suavemente el lóbulo. Fue bajando después hacia mi pecho, donde se detuvo un tiempo, haciéndome gemir sin descanso tanto con su boca con sus manos. Pero sabía que lo peor aún estaba por llegar, mis ojos le suplicaban que se controlara pero ella hacía caso omiso concentrándose en lo que hacía. Continuó descendiendo por mi vientre moviendo su lengua de un lado a otro hasta que llegó a mi sexo. Sabía que lo iba a pasar mal ahí agarrada, como ocurría siempre, y hasta que no me soltara no podría devolvérselo con creces, le haría sentir el sufrimiento y placer que yo había sentido.

Su boca, sus manos… todo lo sentía ahí abajo, y no paraba de desear que ese momento de desesperación acabara pronto. Mi cuerpo no aguantaría su frenético ritmo aunque en ocasiones lo había hecho, pero las consecuencias habían sido espantosas, mi aspecto dejaba mucho que desear. No lo aguantaba más y los gemidos ya se habrían escuchado en todos los rincones del castillo.

-Selenia… para… por favor…- dije entrecortadamente.

-Se que no te disgusta ¿por qué debería dejar de hacerlo?

-Pero… oh dios- grité. El orgasmo controlaba mi cuerpo- Me voy a morir a este paso…

-No vas a morir, y si así fuera… que mejor manera de morir que morir de placer.

-Oh sí mira que consuelo-contesté de manera sarcástica.

-Alesana… dime que me amas y acabaré pronto con tu sufrimiento.

-¿Pero que diablos? Sabes que te amo, ¿por qué quieres que te lo diga en un momento así?

-Porque hace mucho que no te escucho decirlo

- Selenia, te amo- susurré- pero acaba ya con esto sino quieres que permanezca en coma varios días.

Después de cumplir mi promesa, ella cumplió la suya. Sus dedos entraban y salían de mi vagina con más frecuencia que antes mientras mordisqueaba con fuerza mis pezones, e incluso intercambiaba las manos por la boca en ocasiones, era realmente increíble como me hacía sentir y lo agotada que acababa. Sentir su lengua acariciando mi clítoris fue lo que definitivamente el detonante de mi cuerpo, llegué al clímax sin poder callar un gemido ensordecedor. Mi cuerpo se arqueó de manera exagerada pidiendo más, pero no continuó. Estaba ya muy mojada cuando decidió soltarme. Era mi turno para hacerla sentir lo mismo, o incluso incrementarlo, pero estaba exhausta y no tenía fuerzas ni para levantarme, solo quería cerrar los ojos y descansar.

- Esperaré con fervor que me tortures como yo lo he hecho contigo, mi reina- escuché susurrar a Selenia antes de dormirme.

Al abrir los ojos observé como Selenia no estaba, las cortinas volvían a estar abiertas sin embargo no había luz; la noche nos acompañaba.

Cogiendo un albornoz del baño decidí salir fuera. Fui a asomarme a la barandilla vi como Selenia no paraba de dar órdenes a diestro y siniestro. De nuevo tenía esa cara de preocupación que tenía antes. Cuando se percató que la miraba subió rápidamente las escaleras y sin dejarme decir nada me encerró en la habitación con llave, pero esta vez sin ella. Grité una infinidad de veces pero nadie me abría. Sin duda Selenia estaba metida en algún asunto turbio, únicamente era cuestión de tiempo averiguar que era. Volví a tumbarme en la cama sin parar de dar vueltas, necesitaba hacer tiempo pero en una habitación era difícil. Traté dormirme de nuevo pero fue inútil, acababa de despertarme de un largo sueño. Aún así decidí no moverme de la cama hasta que alguien tuviera la decencia de abrirme.

-A ver si hay suerte y cuando quiten el cerrojo ya esté muerta- grité dramatizando la situación, pero nadie me escuchó.

Pasos y voces cruzadas entre ellas era lo que escuchaba fuera del dormitorio.

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